¿Un lugar de curación, enterramiento o ritual?
¿Para qué servía realmente Stonehenge? Esa es la pregunta del millón. Las teorías van de lo práctico a lo espiritual. Algunos investigadores creen que se trataba de un antiguo calendario solar, sobre todo por la forma en que las piedras se alinean con los solsticios de verano e invierno. Otros piensan que sirvió como lugar ceremonial o funerario, apoyándose en el descubrimiento de restos humanos incinerados y pruebas de antiguas procesiones. También existe la teoría de que era un lugar de curación, un antiguo lugar de peregrinación para los enfermos.
Luego están las ideas más especulativas: alienígenas, atlantes, druidas. Para ser justos, a menudo se menciona a los druidas, pero se trata sobre todo de un malentendido. Stonehenge ya tenía miles de años cuando surgió la cultura druídica en la Edad de Hierro. En cuanto a los extraterrestres... probablemente sea seguro decir que eso nunca estuvo en los planos del arquitecto.
La verdad es que aún no sabemos exactamente por qué se construyó. Pero la tecnología moderna nos ha ayudado a acercarnos un poco más. El radar de penetración terrestre, el escaneado láser 3D y el análisis isotópico de restos humanos antiguos han añadido un verdadero peso científico al debate. Estas herramientas sugieren que Stonehenge formaba parte de un paisaje ceremonial mucho más amplio, una especie de zona sagrada que se extendía a lo largo de kilómetros, no sólo un monumento aislado.
Una de las teorías más populares sobre la finalidad de Stonehenge es que actuaba como un calendario gigante, utilizado para marcar las fechas importantes del año agrícola. La alineación de las piedras con los solsticios apoya esta teoría. Durante el solsticio de verano, el sol sale directamente sobre la Piedra del Talón, creando un espectáculo espectacular para los visitantes cada año. El solsticio de invierno también se alinea con piedras específicas, lo que proporciona una pista sobre su significado estacional.