- Stonehenge estaba probablemente alineado con los acontecimientos solares, incluidos los equinoccios, lo que ayudaba a las sociedades prehistóricas a seguir los cambios estacionales esenciales para la agricultura y la observancia ritual.
- El equinoccio marca un equilibrio perfecto entre el día y la noche, simbolizando la armonía, la transición y la renovación, conceptos profundamente arraigados en antiguas tradiciones y creencias de temporada.
- Las investigaciones arqueológicas sugieren que el monumento funcionaba a la vez como herramienta astronómica y como lugar ceremonial para marcar puntos de inflexión clave en el año solar.
- A partir del siglo XVII, druidas y paganos empezaron a asociar Stonehenge con el equinoccio, vinculándolo a temas espirituales de renacimiento, fertilidad y orden cósmico.
- Las reuniones modernas en Stonehenge durante los equinoccios reflejan una reverencia continua hacia los ciclos naturales, mezclando el simbolismo antiguo con expresiones contemporáneas de espiritualidad y comunidad.